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Saco de Semillas

13 sept 2023
3 Min. de lectura

Actualizado: 3 ago 2024

Un saco de semillas es una pequeña bolsa de tela con semillas y plantas aromáticas en su interior.

Se trata de un remedio antiguo, pero no es de extrañar que el saco de semillas se haya vuelto a popularizar, ya que es fácil de usar, eficaz, natural y respetuoso con el medio ambiente.

Normalmente está compuesto por semillas de trigo, hierbas de lavanda, semillas de lino y romero, aunque también puede contener cebada, menta, eucalipto o incluso arroz.

Se puede utilizar en frío, en caliente o a temperatura ambiente, y sirve como analgésico natural, antiinflamatorio y para mejorar la circulación.

COMPOSICIÓN

Las semillas de trigo son una de las mejores opciones para rellenar los sacos, ya que mantienen el calor y conservan el frío.
La lavanda tiene un efecto calmante, es un analgésico natural y mejora la circulación de la sangre.
El romero destaca por sus propiedades antiinflamatorias y como relajante muscular.
Las semillas de lino ayudan a que el saco sea moldeable y se pueda adaptar a cualquier parte del cuerpo.

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USO EN FRÍO:

Está indicado para:

Dolor de cabeza, migrañas.
Dolores en la musculatura.
Disminuir la inflamación.
Mejorar la recuperación muscular.
Disminuir la temperatura.
Efecto analgésico.

El uso en frío es especialmente beneficioso y útil para esguinces, tendinitis, calambres, luxaciones, roturas musculares y golpes y caídas.

¿CÓMO SE USA EN FRÍO?

Basta con meterlo al congelador al menos una hora (depende también del tamaño del saco). Una vez frío, hay que aplicarlo en la zona a tratar. No es recomendable aplicarlo durante más de 20 minutos, y siempre dentro de las primeras 48 horas desde que se produce la lesión o la necesidad de su uso.

CONSEJO → Antes de meterlo en el congelador, mételo en una bolsa de plástico para aislarlo de la humedad del congelador.

USO EN CALOR:

Está indicado para:

Dolor cervical.
Dolores articulares. Disminuye la rigidez articular.
Cólicos.
Dolor menstrual.
Ciática.
Lumbalgia.
Efecto sedante y analgésico: favorece la relajación muscular.
Mejora el flujo sanguíneo.
Aumenta la elasticidad muscular.

Aplicar calor es especialmente recomendable en lesiones, problemas musculares, contracturas, agujetas, dolores en general y, sobre todo, dolor menstrual.

¿CÓMO SE USA EN CALIENTE?

El saco se puede calentar ya sea apoyándolo en un radiador o calentándolo en el microondas. Cada saco vendrá con unas instrucciones del tiempo de calentamiento en el microondas. Cuando lo saques debes comprobar que la temperatura es adecuada. Es decir, que no queme pero que no se haya quedado demasiado frío. Si quema, debes esperar a que baje la temperatura. Luego, aplica el saco en la zona a tratar.

MANTENIMIENTO

Al tratarse de semillas y productos naturales, puede ser que aparezcan insectos indeseados en su interior. Para prevenirlo, se debe congelar el saco una vez cada 3 meses durante 72 horas como mínimo. En verano, o cuando no se vaya a usar el saco durante más de 30 días, debe guardarse en el congelador.

Para mantener el saco en buen estado y prolongar su vida también es aconsejable calentarlo en el microondas junto con un vaso de agua. Esto devolverá a las semillas de su interior la humedad que habrán perdido con el tiempo. Esto debemos hacerlo cada 5 o 10 usos del saco para mantener su adecuada humedad y así no perder su propiedades.

CONCLUSIÓN

Un saco de semillas es un gran aliado que más vale tenerlo antes que necesitarlo, pues nos puede ser de gran utilidad en el momento más inesperado.

Y no es solo por sus beneficios y poderes curativos, sino también por el perfume que desprende. En Holinaesa somos muy fans de estos sacos y hemos seleccionado nuestros favoritos para ti. Puedes echarles un vistazo haciendo click aquí.

Una cosa primordial a tener en cuenta a la hora de elegir un saco de semillas es su tamaño. Esto depende de para qué lo vayas a usar, pero como probablemente no le vas a dar un único uso, nuestro consejo es que elijas uno de tamaño medio, o incluso un cojín.

NUESTRO SUPER CONSEJO → En verano, mete el saco de semillas recién sacado del congelador en tu cama un ratito antes de acostarte. En invierno, calienta el saco en el microondas y llévatelo a la cama contigo. No solo sustituirás a la bolsa de agua caliente (si es que la usas) sino que te impregnarás del perfume del saco y dormirás como un lirón.

Un complemento perfecto mientras usas tu saco de semillas es el Incienso de Lavanda. Si enciendes una varilla mientras te tumbas con tu saco, conseguirás una relajación totalmente sanadora.

¡Ah! También es conveniente decirte que regalar un saco de semillas es un modo de cuidar a la persona que recibe el regalo.

¿Quieres ver nuestra selección de sacos de semillas?